viernes, 9 de diciembre de 2016

Un pequeño viaje (parte 2)

... Del tamaño no más grande que la mano del pequeño niño, pintada muy bien a mano y vestida con un manto color verde con tres flores de color rosa en su espalda, en simples palabras una autentica Mamushka. En el centro tenia dibujado un hermoso paisaje con frondosos arboles y un fondo azul marino, su peinado a la mitad era de color anaranjado al igual que el rubor de sus mejillas, sus labios rosados y sus ojos saltones y grandes de color celeste.

La Mamushka en su interior contaba con cuatro Mamushkas más pequeñas que cabían perfectamente una dentro de la otra, una de ella, la segunda, estaba pintada igual que la primera solo que los ojos eran de un color negro. Las otras dos tenían solo flores en su centro de color rosaseas y la más pequeña un flor blanca. Así juntas complementaban una perfecta artesanía que había sido puesta a la venta hacía pocos días, pero nadie la notó.

La corriente de agua siguió su curso saliendo así del mercado por lo que ella continuó flotando con rumbo incierto, cruzando desde las primeras casas altas, que estaban a los alrededores del mercado, pasando por la pequeña escuela y llegando a las casas más aisladas del pueblo, donde el agua había hecho de las suyas comenzado a acrecentarse. La corriente de agua que iba cada vez con más velocidad, hacía que la Mamushka vaya dando vueltas, tumbos y chocara con pequeñas ramas que se encontraban por el camino, hasta desembocar en el curso del río haciendo que esta se quedara atascada con unas raíces, que sobresalían de un gran árbol al lado del camino.

Allí quedó atascada toda la noche, cuando la lluvia por fin seso, nadie había notado su ausencia salvo el pequeño niño que se encontraba ya en su casa pensando en ella. El agua al bajar un poco hizo que la Mamushka siguiera siendo arrastrada por la corriente hasta llegar a las orillas de un pueblo vecino, allí unos niños, que intentaban pescar sin tener éxito, la vieron y la atraparon.

Al observarla detenidamente se dieron cuenta que algo en su interior contenía por lo que decidieron abrirla pero al parecer esta estaba atascada, así que decidieron golpearla con una roca terminando asó por romperla pero sin encontrar nada en su interior y allí la abandonaron. 

Unos días más tarde, cuando el agua ya había bajado en el pequeño pueblo, los comerciantes decidieron volver con sus mercancías de nuevo al mercado; el niño, que regresó al puesto que era de su familia, notó como, ya desde lo lejos, algo se encontraba sobre la mesa y a medida que se acercaba podía divisar la figura, esa que a él tanto le gustó, de la Mamushka que lo esperaba perfectamente armada con sus cuatro Mamushkas en el interior.

                                                                                                       RM.


viernes, 2 de diciembre de 2016

Un pequeño viaje (Parte 1)

Una pequeña historia que surgió de la nada, como todo.

Un pequeño viaje

En las últimas semanas un pequeño pueblo, a las afueras de la capital Moscú, había estado siendo castigado cruelmente por las lluvias. Ese día parecía ser el peor ya que el agua caía torrencialmente y el río, que cruzaba en las cercanías, comenzaba a desbordar. Las calles estrechas de tierra ya eran charcos de barro y los habitantes comenzaban a entrar en pánico al no poder movilizarse e intentando resguardar sus bienes, cerrando bien sus casas y optando por no salir.

La magia que irradiaba el pueblo en los días soleados parecía ya haberse desvanecido, haciendo parecer que ya todo estaba perdido. El único lugar que parecía estar en movimiento era el mercado, estaba ubicado justo en el centro del pueblo y era donde toda la población iba a hacer sus compras necesarias, ya que tenía desde alimentos, pasando por la vestimenta y calzados hasta muebles o cosas de decoración, todo tipo de productos los encontraban allí. Era el típico mercado de pulgas donde podían encontrar de todo en tan solo 64 puestos, el pueblo funcionaba gracias a él y al trabajo de campo ya que allí esas personas vendian lo que cultibaban, pero ahora era todo lo contrario, las personas se encontraban intentado recoger todos sus productos ya que el agua comenzaba a subir y acumularse.

Los comerciantes por miedo, al ver que sus productos iban seguramente a arruinarse, guardaban todo en cajas y bolsas, llevarian sus productos a sus casas. A medida que se iban, los puestos comenzaron a vaciarse y lo que era un mercado ahora parecia un lugar abandonado; pero en un pequeño puesto de artesanias del fondo se encontraban un niño que ayudaba a su padre a guardar los trabajos que tanto les habían costado hacer, metian todo en cajas desde platos, muy bien pintados a mano, hasta floreros de paja, pero las cosas más grandes decidieron dejarlas.

El agua seguía subiendo por lo que decidieron ya irse con las pocas cajas y con la tristeza por tener que abandonarlo todo, ya al partir el niño dio un último vistazo por el puesto hasta que divizó como el la mesita de atras de todo, en su borde, había quedado la muñeca que tanto él apreciaba, ya que su madre le había llevado semanas pintarla porque en su interior contenia otras cuatro muñecas de diferentes tamaños que representaban a él y sus hermanos,  por lo que no lo pensó y decidió regresarse a por ella pero en su intento él resbalo y golpeó la mesa, haciendo que la mamushka caiga al agua y sea arrastrada por la pequeña corriente hacia afuera del mercado, el viaje de ella comenzaba...

                                                                                                                 RM. 

viernes, 25 de noviembre de 2016

Casamiento sin fecha

Es un aguafuerte porteña que nace a partir de un simple conversación escuchada en un colectivo.

Casamiento sin fecha

Es complicado cuando se debe viajar en colectivo por más de una hora y no prestar atención a las conversaciones ajenas, esas que aunque intentes no escuchar terminan por llamar a tu curiosidad y despiertan tus pensamientos. No es malo de vez en cuando escuchar ese tipo conversaciones, después de todo son las mismas personas que hablan abiertamente, en un lugar público y a toda voz,  a uno le da el poder de recrear sus propios escenarios y dar una opinión sin decírselo a nadie, dejando de lado que a veces te deja como una persona chusma, pero ese es otro tema.

Ocho de la mañana, transcurso de un día semanal y un colectivo de la línea 140 ya tenía todos sus asientos ocupados y alguna que otra persona de pie. Afuera el sol ya se había hecho presente, comenzando a calentar la ciudad, adentro el ambiente estaba cálido a causa del aire acondicionado; algunos pasajeros iban durmiendo, otros escuchando música, leyendo o tan solo viendo por la ventana esperando para llegar a su destino.
Mientras que el chofer iba frenando en cada parada, una conversación transcurría en los últimos dos asientos del fondo del colectivo, sí bien otros pasajeros también iban charlando ésta es la que atrapó mi atención. Dos chicas, que parecieran estar en alguna edad de sus veintes, hablaban a viva voz, sí bien una de ellas tenía la voz más apaciguada se podía sentir el enojo en la otra, y me gustaría poder describirlas pero me encontraba de espalda a ellas por lo que solo su conversación es la que pude atender.

-         Siento que debo separarme, ya no sé qué es lo que quiere.
(Dando un fuerte suspiro) - ¿A vos te parece llegar a eso sólo por este tema? ¿Capas que él no está preparado?
(Levantando la voz) - ¡Diez años de convivencia llevamos! ¿Y a vos te parece que no está preparado?
-         Dale tiempo, capas que espera otro momento.
-         ¿Qué momento? Vos porque siempre estás del lado de él.
(Con un tono reconciliador) - No siempre, pero creo que en algún punto lo comprendo.
-         ¿Comprender qué? No es tan complicado ir, firmamos y listo.
-         Para vos será fácil pero tal vez para él no. Igual también te comprendo a vos, ya son muchos años y tal vez ya te arto tener que esperarlo.
-         Boluda, en serio ya siento que me está viendo la cara. No pido demasiado solo que pongamos una fecha para casarnos, no te digo mañana mismo pero aunque sea hablarlo.
-          Dale tiempo, capas él ya lo está reconsiderando.
(Con la voz firme) - Ya decidí que lo voy a dejar.
-         ¿Vas a tirar tantos años de convivencia solo por qué él no se quiere casar?
-         No puedo seguir esperándolo, yo me quiero casar y el parece que no…

Cómo esa conversación siguió no lo sé, que habrá pasado, también es incierto pero de una simple plática se abren tantos caminos que no se sabe cuál será el correcto. Tantas preguntas flotando que no tienen repuestas, cómo la de: ¿Desde cuándo el matrimonio tiene una fecha límite? Hablarlo tan desconsideradamente en una simple charla de colectivo es lo que parece ser el matrimonio para algunas personas.

Somos millones que buscamos a alguien con quien compartir momentos y de las cuales nos “enamoramos”, algo tan pasajero como decir esas palabras, sin embargo se sigue apostando al matrimonio. Pueden existir miles de estudios acerca de ello pero cada persona es un universo distinto, nadie tiene asegurado el éxito en las relaciones pero es un tema que sigue pisando fuerte, va más allá de lo moral ya que es parte de la sociedad, algunos se casan, otros solo están en pareja, algunos apuestan a la convivencia y otros, solo deciden estar solos.

Tampoco pasa por el egoísmo, no hay una formula, sino que es más un especie de inseguridad o rechazo cuando se da lugar a pensar en otra persona, estar días a su lado y que termine siendo peor que una adicción a la cafeína. El matrimonio trae consigo responsabilidades que se pueden evitar la mayor parte del tiempo estando, por ejemplo soltero, el no tener que compartir con nadie lo que haces o decides te da la sensación de libertad que en algún punto el matrimonio te lo quita, pareciera ser como un pedazo de vidrio roto que no puede dar marcha atrás.

No está mal querer casarse, obvio que no, pero se sabe que de a poco las relaciones se desvanecen y por eso existen las situaciones en que uno está preparado y el otro no.  El amor es como las hojas muertas del otoño, esas hojas muertas que caen como lágrimas, pero que durante el tiempo en que estuvieron meciéndose con el viento fueron una de las mejores sensaciones, por eso si esta simple conversación termina por concretarse ¿En qué lugar queda el amor? Simplemente pareciera que se desvaneciera como el otoño, como todas las estaciones del año.

                                                                                                                       RM.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Pensamientos 3

La noche cae y simplemente ya no se que hacer 
lo único que quiero es terminar con mi ser.
Si mi día terminara así 
solo quiero saber si conmigo fuiste feliz.

Ya no se a donde voy 
solo espero que esto se termine hoy.
Ya no quiero seguir con este sufrimiento 
ya que con cada paso que doy estoy muriendo.

Todos saben que no soy feliz
y que lo único que hago es mentir.
¿Cuándo llegara esto a su final?
no quiero terminar haciéndote mal.

                                                                                                 RM.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Sueño (Parte 2)

Segunda parte de mi sueño, hasta acá llega así que sí lo continuo solo será por que algo se me ocurra para seguirlo.

...La noche había llegado y era completamente fría, el viento atacaba cada parte de los cuerpos y la obscuridad atrapaba a cada transeúnte como sí no hubiera un mañana. La medianoche llegó y ya nadie quedaba en esas calles destruidas, el fuego había acabado con todo a su paso.

De esa ciudad donde la felicidad parecía estar presente en cada rincón y en cada ciudadano, hoy solo quedaba la soledad. Un solo sonido se escuchaba, no era solo de las cosas que el viento movía a su paso sino algo más potente, como si alguien estuviera arrastrando algo pesado, era el sonido de un peso muerto que era llevado hacia su tumba. Nadie vio nada, nadie escuchó nada pero esa noche ella desapareció.

Esos ojos de color azul con mirada penetrante eran los responsables de estar llevando a rastras a ese cuerpo, el motivo era incierto pero el camino no lo era, iban de camino al muelle, o las ruinas que de él quedaban...

                                                                                                                            RM.


viernes, 4 de noviembre de 2016

Pensamientos 2

De nuevo con mis pensamientos...

¿Qué es la felicidad?

A veces me pongo a pensar que estoy haciendo con mí vida y lo que no estoy haciendo, eso me hace sentir más patética.

Tengo millones de pensamientos pero ninguno se concreta, muchas veces pensé en ponerle un punto final y esas palabras de "acaba contigo misma" nunca me las voy a olvidar. Sé que se las dije a mí yo que encuentra en lo profundo de mi ser y no me deja ser feliz.

¿Qué es la felicidad? Solo un estado emocional más, pero que es el más importante ya que es él único que nos llevaremos el día que partamos de esta tierra de la cual no somos dignos, pero a veces la codicia y el egoísmo del ser humano empaña eso.

Cuando pensé en poner ese punto final, contradictoriamente no pensé en mí sino en ese alguien a quien iba a lastimar, por eso mismo a pesar que siempre digo que soy egoísta en ese momento no lo fui.

Pienso mucho en mi futuro aunque sé que no tengo uno, me siento estúpida por no tener una meta o  un sueño, solo soy alguien que sigue viviendo porque no puede morir. La pregunta que queda y la cual nunca tendrá respuesta es: ¿Hasta donde llegare? ¿Hay un final?.

                                                                                                                                RM.

viernes, 28 de octubre de 2016

Pensamientos

Pequeños pensamientos que tengo de vez en cuando.

¿Cuál es mi sueño?

Me gusta mucho pensar y escribir, creo que aveces pienso demasiado y eso me agobia, pero me cuesta mucho ponerlo todo en orden a la hora de volcarlo en una hoja, siento que es una perdida de tiempo.

¿Algún día leeré todo esto? o ¿Sera solo papel para desechar? ¿Habré cambiado algo de mí?

Son los pensamientos y preguntas que siento que nunca tendrán una respuesta. Estas palabras de a poco serán olvidadas y dejaran de existir.

Me deprimo con facilidad, como me alegro con facilidad y me auto-destruyo con facilidad. Todo lo que camina por mi cabeza son pequeños pensamientos que nunca se realizaran. ¿Podré cumplir mi sueño?

¿Cuál es mi sueño?
                                                                                                                                RM.

viernes, 21 de octubre de 2016

Sueño (Parte 1)

¿Quién eres?

Una camioneta gris circulaba a gran velocidad por lo que parecía ser una autopista abandonada, en su andar iba esquivando algunos árboles caídos o autos que estaban estacionados a la mitad del camino como si se hubieran quedado sin combustible. La hora exacta no sé sabía ni tampoco el día, solo parecía ser un despejado atardecer donde el sol se ocultaría pronto y la luna saldría.

En el vehículo viajaban un chico, una chica de unos 19 años y la familia de esta. En el asiento del conductor se encontraba su padre, un hombre de mediana estatura, canoso y con mirada profunda que en ese momento solo la dirigida al frente preocupado por esquivar todo lo que se le atravesaba; de acompañante estaba su madre quien iba en un estado de histeria gritándole a su marido que acelerara. En los asientos de atrás estaban ella y el chico de aproximadamente la misma edad, morocho, alto y de aspecto tranquilo, a quien observaba detenidamente tratando de recordar y jurando que nunca lo había visto en su vida.

Las manos de la chica temblaban, tenía frío y en su cabeza rondaba la pregunta de quién era ese joven y porque iba sentado junto a ella. Asustada y con cautela giró despacio su cabeza y vio, a través del vidrio trasero de la camioneta, como varios edificios estaban prendidos fuego, escombros por todas partes, árboles tirados y como unos cuantos autos venían a toda velocidad tras ellos también esquivando todo lo que se les interponía. Parecía que todos estaban escapando hacia algún lugar y alejándose de lo que ya era, una ciudad en ruinas.

Ella sintió como algo le rozaba la mano, por lo que se espantó y volvió a su lugar rápidamente, notó que era el chico quién le había agarrado justamente de la mano y la estaba observando, se quedó cautivada por sus profundos ojos azules e intentó tomar la valentía necesaria para preguntarle quien era. En ese preciso momento, cómo si todo se tratara de un sueño en cámara lenta, vio como tras de él un gran avión, que venía a toda velocidad, colisionaba contra uno de los inmensos edificios, produciendo una fuerte explosión y que todo se tornara obscuro.
                                                                                                                                          RM.

viernes, 14 de octubre de 2016

Mi sonrisa

A partir de una pequeña frase de una canción ésto vino a mi mente.


Devuélveme mi sonrisa


Devuélveme mi sonrisa, esa que ha sido apartada de mí.
Devuélveme mi sonrisa, esa que no veo desde hace mucho tiempo.
Devuélveme mi sonrisa, devuélvemela antes que sea tarde.
Devuélveme mi sonrisa, devuélvemela antes que me arrepienta.
Devuélveme mi sonrisa que sin ella me siento vacía.
Devuélveme mi sonrisa que sin ella perdí mí rumbo.
Devuélveme mi sonrisa porque la necesito de nuevo.
Devuélveme mi sonrisa porque necesito volver a ser yo.
Devuélveme mi sonrisa porque necesito volver a sentirme llena.

Esa sonrisa que desapareció el día que te fuiste, esa sonrisa tuya que no volví a ver, esa es la que necesito para volver a encontrar la mía.
                                                                                                                             RM.

viernes, 7 de octubre de 2016

Demian (Crítica del libro)

Libro "Demian" de Hermann Hesse; no es extenso por lo que se facilita su lectura y que deja grandes enseñanzas.

Encontrándose a sí mismo

Existen diferentes puntos por los que se puede abordar la crítica sobre este libro, desde lo ficcional, lo formal del aprendizaje o desde lo religioso, pero todos se quedan cortos a la hora de hablar de Hermann Hesse. Un autor tan innovador como impredecible, escritor alemán que cuenta con grandes obras dentro de su bibliografía que demuestran su talento al abordar temas cotidianos como mundos desconocidos, que pueden llevar rápidamente a la polémica. 

“Demian” fue publicado por primera vez en 1919, año en que nacía la República de Weimar en Alemania luego de la derrota del país en la Primera Guerra Mundial, lo que significó que, al ser un libro que habla de la transición de la niñez a la vida adulta a través del desarrollo físico, psicológico, social y moral de una persona, causará un gran revuelo en la juventud y en sus ideales. Así fue como se convirtió en un éxito ya que recibió grandes críticas positivas convirtiendo al libro en una obra maestra. 

En él se narra las experiencias de vida de Emil Sinclair, seudónimo que utilizó Hesse para publicar este libro y después reconocer de que él era su autor, un chico que ha vivido toda su vida dentro de lo que el personaje llama "Scheinwelt", que es un mundo se ensueño o de luz, y del cual él mismo siempre fue parte gracias a la crianza de sus padres; pero un día a partir de una mentira lo va a hacer salir de ese mundo y en el camino conocerá a un personaje que lo cambiara completamente todo, Max Demian. Alguien totalmente enigmático y atrayente que será el encargado de llevar a Sinclair por el camino que le harán replantearse sus pensamientos y le van a dar una nueva visión sobre ese mundo que él tanto evitaba. Durante ese transcurso se van a tocar temas sobre “el bien y el mal”, es decir lo que se considera correcto o incorrecto, particularmente en el traspaso a la vida adulta, cuando se rompe ese cascarón en el que él vivía hasta que las misma decisiones lo llevaran a querer encontrarse consigo mismo, rozando además temas como el psicoanálisis y lo religioso. 

Para leer este libro se requiere estar dispuesto a encontrarse con temas con los que podemos llegar a estar en desacuerdo y eso va a ser lo que lo hace atrayente, Hesse supo retratar en esta novela las decisiones que el hombre debe tomar a lo largo de la vida jugando con sus convicciones y sus sentimientos. Supo muy bien, como a través de las palabras, mostrar el mundo interior del hombre, pasando por los más profundos pensamientos y cómo es el proceso del crecimiento del individuo, en este caso no solo desde el protagonista sino de todo su círculo que se torna misterioso e intrigante. 

En cuanto a su estructura marcó muy bien su desarrollo dándole forma con saltos de capitulo a capitulo donde se ve el paso del tiempo sin que se vuelva monótono, pero el fuerte comienzo y el desarrollo que atrapa totalmente, termina por caer en algo que roza lo paranormal o poco natural,  que deja una sensación casi de decepción con el final ya que hace que se pierda el ritmo. El nivel de vocabulario que utiliza es complejo de entender en ciertos casos ya que, dejando de lado que da a creer muy bien la línea de la historia, utiliza palabras a las que no les da una profunda explicación lo que puede llegar a resultar dificultoso para el lector, como por ejemplo, términos que son utilizados por el Gnosticismo, quien utiliza términos que el Cristianismo considera paganos, por lo que en momentos el lector se encuentra con cosas que rozan un terreno tanto religioso como místico.

A pesar de los puntos negativos que se pueden llegar a encontrar en “Demian” es un libro que realmente vale la pena ser leído a causa de que, a través de sus sabias palabras y los aprendizajes que deja, crea una ficción digna de juzgar. Hermann Hesse es de esos autores que te abruman con sus historias dejando paso a la creación de una gran obra que invita al lector a tener una fuerte reflexión sobre los aspectos más profundos de la vida.


                                                                                                                                                RM.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Muñecas marcadas

Una columna personal que salió de una experiencia vivida hace ya años y de la que encontré, se podría decir, una salida. 


Muñecas marcadas

Un trazado, luego otro y así sucesivamente hasta que se vuelven incontables, ese es el punto de partida. Un camino de ida, donde el tiempo se detiene y la realidad se separa, allí de pie, frente al espejo del lavabo, donde ni siquiera sabes si eres tú mismo; con la respiración agitada, las lágrimas que no paran de deslizarse por esas ya pálidas mejillas, empiezan a caer las primeras gotas.

Una, dos, tres y la cuenta se detuvo a causa de que los recuerdos hicieron el mejor trabajo de atormentarte; el ardor no se hizo presente cuando, a través del filo, el dolor intentó ganar cómo si se tratara de cortar un simple trozo de papel. Pero sí algo más profundo llegó, y es ese sentimiento que logra taparlo todo y del cual deberíamos temer, esa sensación que se esconde en lo más profundo, agazapada y que espera el momento de poder devorarte y pisarte; no es bueno pensar en ella sí uno no está preparado para enfrentarla ya que esa será tu perdición.

Los días pasan como si de una carrera se tratara, sin embargo las agujas del reloj parecen haberse congelado, las simples palabras de: “estarás bien” que intentaste creer, cambian a susurros de: “eres diferente, ya no te conozco” y el miedo a ti mismo ya te dominó, a causa de que estas viviendo porque no puedes morir. No saben de lo que se trata y que tu vida ya se puso en jake mate contadas veces, esas veces donde te comparaste con otros y te hundiste por la vergüenza.

El estirar tus mangas ya será en vano cuando caigas en la realidad que tus delicadas muñecas ya fueron marcadas de por vida, por donde alguna vez la sangre se deslizó, hoy llevarás una cicatriz que no podrás borrar. Dicen que las personas que han sido dañadas son las más peligrosas, porque ellas ya saben cómo sobrevivir al saber que están solos en esta lucha con su peor enemigo, la mente.

Aquella que viene a jugar de vez en cuando tiene un nombre, los especialistas la denominan depresión, pero ella se convirtió en algo más, hoy es esa sombra que me seguirá a todos lados aunque yo no me mueva del lugar. Por eso, sí hay alguien más dentro de mí, solo espero que sea una mejor persona.
                                                                                                                                             RM.

Ya es tarde

¿Cuántas lágrimas hay que derramar? ¿Cuánto tiempo va a tardar el dolor en irse? Pensar en lo que uno tiene dura tan poco tiempo, nos acos...